Principalmente, seis las razones por las cuales se conserva la letra hache sin valor fónico:
Primero. En el principio el latín incorporó la hache para representar el fonema aspirado. Luego, es verdad, desapareció de su abecedario. Durante los siglos XIII y XV, "época de fuerte influjo latinizante, se repusieron muchas de estas haches etimológicas, que se han mantenido en la escritura hasta hoy" (142). Ejemplo: en el latín se escribía anhelare. hoy escribimos anhelar.
Segundo. Algunas haches fueron anteriormente, en el español medieval, signos que, como en el latín, representaban un fonema aspirado inicial, delante de un fonema vocal, similar al fonema fricativo /f/. Ejemplo: en el latín se escribía facere, en el español medieval facer y sólo "a lo largo del siglo XVI se generaliza el reemplazo de f- por h- en la escritura, también en los textos literarios" (143).
Tercero. algunas son antietimológicas. Ejemplo: se escribía en el latín implere, hoy escribimos henchir. Ese tipo de haches fueron rupturas con respecto a la tradición latina.
Cuarto. Algunas haches tienen justificación etimológica de las voces aspiradas del griego clásico. Ejemplos: palabras que inician con los prefijos halo- como halógeno, hect(o)- como hectárea, helico- como helicóptero, helminto- como helmíntico, helio- como heliocéntrico, hema- como hematoma, hemi- como hemisferio, hepat(o)- como hepatitis, hepta- como heptagonal, hetero- como heterogéneo, hidr(o)- como hidráulico, higr(o)- como higroma, hiper- como hipermercado, hipo- como hipoglucemia, hip(o)- como hipopótamo, hol(o)- como holístico, homeo- como homeopatía, homo- como homogéneo.
Quinto. Otras tienen justificación por los préstamos lingüísticos no clásicos. Ejemplos: hasta, hitita, hotel, hamburguesa, huracán, etc (144).
Sexto. Otras tienen justificación en el uso gráfico que se ha arraigado entre los hablantes. En este respecto hay una norma, que es: se escribe la hache por lo general, y con contadas excepciones, "delante de los diptongos /ua/, /ue/, /ui/" (144), para evitar la ocurrencia de ciertos dobletes gráficos que tenían lugar en el español medieval, como por ejemplo con la palabra ueso, que confundía la palabra hueso con la palabra beso. Otros ejemplos de este tipo de haches, justificadas por el uso: huelga, huella, huerto, hueso, huevo, huir, deshuesar, etc.
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