1o. La función prosódica y principal: "señalar que la sílaba de la que forma parte la vocal sobre la que se escribe es la que porta el acento prosódico de la palabra" (230). Esta función es identificativa.
2o. La función diacrítica y casuística: "distinguir palabras tónicas, en su mayoría monosílabas, de otras grafemáticamente idénticas, esto es, formadas por la misma sucesión de grafemas, pero de pronunciación átona: tú y tu, sí y si, dé y de, quién y quien, cuándo y cuando, etc." (230); o, brevemente, "distinguir la forma tónica de la átona" (231). Esta función es distintiva.
La función prosódica de la tilde no se limita a las palabras que la llevan, sino que conforma un sistema lógico, el cual permite deducir dónde va el acento en toda palabra del español, lleve o no tilde; y esta propiedad es útil no solo para los hispanohablantes, sino para quienes hablan otra lengua y aprenden el español; por ejemplo. La palabra de tres sílabas "practico" escrita sin tilde, permite deducir que el acento queda restringido a la penúltima sílaba; es decir a la vocal "i" como en la oración: "Yo no critico su actuación". Lo anterior porque en cualquiera de las otras dos posibilidades, la palabra llevaría tilde: crítico o criticó.
ResponderEliminarGracias por la entrada! Justo lo que estaba buscando!
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