Sin embargo, aún y con sus diferencias dispares, dos hablantes de una misma lengua natural pueden sostener una comunicación oral fluida, principalmente porque, compartiendo cierta articulación de los organos necesarios para hablar en esa misma lengua, emiten aproximativamente los mismos fonemas. Es una emisión comparable, no idéntica; es casi igual. Los hablantes de una misma lengua, por tanto, deberán compartir una mínima articulación del que llaman su aparato fonador; sus fonemas deberán compartir unos rasgos distintivos, por más que sean compartidos de modo imperfecto. "Los rasgos distintivos", según los expertos, "son de carácter articulatorio y, por tanto, tienen que ver con la acción, posición e intervención de los diferentes órganos y cavidades del aparato fonador cuando se emite el sonido correspondiente" (49).
El concepto de aparato fonador es, sin lugar a dudas, complejo, porque ni es uniforme entre las lenguas ni es uniforme entre los hablantes de una misma lengua. Los expertos suelen explicarlo para cada lengua de manera distinta, ya que en cada lengua intervienen diferentes órganos, diferentes elementos del cuerpo, necesarios para que los hablantes posean su acción esencial: hablar, en el sentido de hablar en esa particular lengua natural. El español, por consiguiente, tiene sus propios ' rasgos distintivos ' , o los rasgos de carácter articulatorio que son suficientes para explicar el aparato fonador de los hablantes del español.
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